El  NIVEL BÁSICO se centra en mantener conversaciones de coaching (por ejemplo, con supervisores directos o con pares) y adaptar adecuadamente una metodología de coaching que permita que todo el personal tenga acceso a dichas conversaciones utilizando un enfoque de habilidades de coaching. Estas conversaciones pretenden mejorar el desempeño, apoyar un replanteo de actitudes e incorporar un cambio de comportamiento. Mantener conversaciones centradas en nuestra resiliencia tiene que ver con estar dispuestos a aprender y crecer, poder asumir riesgos a partir de sentirnos capaces de lidiar con las consecuencias que entrañan esos riesgos, y comprender las transiciones en las que los individuos necesitarán apoyo. Las pruebas indican que aquellos que tienen una mentalidad abierta al crecimiento buscarán recibir retroalimentación acerca de cómo mejorar, persistirán en su trabajo durante más tiempo y sobrellevarán mejor los cambios.